In this article we provide the most important epidemiological aspects in the first phases of the pandemic and some preliminary reflections from the Coordinating Centre for Health Alerts and Emergencies, the unit that has coordinated surveillance at the national level. COVID-19 has brought to light the weaknesses in the surveillance system and how difficult it is to manage a health crisis in the absence of a robust public health structure. The commitment of public health professionals during this epidemic has made up for the lack of resources in many occasions, and has evidenced the need to incorporate new professional profiles to surveillance teams. The need to rapidly adapt has achieved an improvement in existing systems and the development of new tools and new systems. These need to turn into structural changes that improve the quality of surveillance, decreasing territorial gaps and ensuring a better and coordinated response to future health crises. It is urgent to incorporate tools for process automation and to grant timely availability of data. To that end, public health and epidemiological surveillance must participate in the process of digital development within the National Health System. Profound changes are needed in public health surveillance, which has to be integrated in all healthcare levels. It is also important to strengthen the capacity for analysis by promoting alliances and joint actions. During this alert, the importance of coordination in public health in a decentralized country has been evident. At international level, it is necessary to review the tools to share data to coordinate an alert from the early stages.
Este artículo recoge los aspectos epidemiológicos más destacados en las primeras fases de la pandemia y unas primeras reflexiones desde una unidad, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que ha coordinado la vigilancia en el ámbito nacional. La COVID-19 ha puesto de manifiesto las carencias de la vigilancia y la dificultad para gestionar una crisis sanitaria sin un modelo robusto de salud pública. El compromiso de los profesionales durante la epidemia ha suplido en muchas ocasiones la falta de recursos y se ha evidenciado la necesidad de incorporar nuevas profesiones a los equipos de vigilancia. Es urgente contar con herramientas para automatizar los procesos y realizar una recogida oportuna de información. Para ello, la salud pública y la vigilancia deben participar en el proceso de desarrollo digital del Sistema Nacional de Salud. Es importante también reforzar la capacidad de análisis promoviendo alianzas y acciones conjuntas. La necesidad de adaptación rápida ha supuesto una mejora en los sistemas existentes y el desarrollo de nuevas herramientas, que deben convertirse en cambios estructurales que mejoren la calidad de la vigilancia, disminuyendo brechas territoriales y asegurando una respuesta coordinada ante futuras crisis. Son necesarios cambios profundos en la vigilancia en salud pública, que debe estar integrada en todos los niveles asistenciales. Se ha visto también durante esta alerta la importancia de la coordinación en materia de salud pública en un Estado descentralizado, en especial cuando nos enfrentamos a situaciones de crisis. En el contexto internacional es preciso revisar las herramientas para compartir datos desde etapas tempranas en una alerta.
Keywords: COVID-19; Epidemiological surveillance; Public health surveillance; Vigilancia en salud pública; Vigilancia epidemiológica.
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